La imagen corporativa y la visibilidad de la empresa

¿Es el producto o servicio que ofrecemos, la imagen de nuestra empresa? Evidentemente lo que vende nuestra empresa es lo que define nuestra actividad comercial, pero lo que realmente nos define como empresa es nuestra identidad como organización. Se trata de comunicar a nuestro público quién vende ese producto o servicio, por qué lo hace, cuál es su filosofía de trabajo y, sobre todo, qué equipo humano está detrás de nuestras siglas y de nuestra marca.

Nuestra empresa es un “ser vivo” que evoluciona y se relaciona dentro de un entorno determinado y esto hace que tenga una necesidad importante de comunicarse con él por sí misma y buscar una integración que no sea tan sólo económica sino social.

Vivimos en una sociedad altamente mediatizada en la que existe una gran escasez de contacto personal y el “cara a cara” ha dado paso a contactos a través de nuevas tecnologías. Es aquí donde entra en juego el papel de la fotografía corporativa. Un concepto que muchos definen como el distintivo visual de la marca, el logotipo. Pero el branding corporativo va mucho más allá. Los usuarios de las redes sociales reciben miles de estímulos y eso hace que se vuelvan cada vez más selectivos. Webs, Instagram, Facebook, Twitter, blogs, nos bombardean a diario con un sinfín de imágenes y para destacar entre ellas debemos apostar por fotografías de calidad, que impacten, que cuenten algo más de nosotros como empresa y nos diferencien del resto.

La gran ventaja de contar con una buena fotografía corporativa, es que nuestros clientes hablarán de ella y la compartirán en sus redes sociales. Estaremos haciendo branding con las imágenes, consiguiendo relevancia y notoriedad y sembrando una buena reputación, algo absolutamente esencial en toda estrategia de branding corporativo.

Son muchos los que creen que ellos mismos pueden realizar las fotos de sus productos, instalaciones o personal para publicarlas en su web o en sus redes sociales. Pero lo importante no es sólo que nos vean, sino que nos vean bien. Dar una imagen de poca profesionalidad nos hace un flaco favor. En esta era digital podemos llegar a cientos de personas, pero para que confíen en nosotros debemos generar una relación con ellas basada en la confianza, transparencia y cercanía.

Una empresa debe hablar de sus productos y servicios, pero sobre todo debe hablar de quien hay detrás de su marca, de los valores que rigen a las personas que la han creado. Se trata de hacerse real, de mostrar que estás ahí, en definitiva, de humanizar tu marca. Para esto sirve una buena fotografía corporativa.

Una herramienta clave que hay que cuidar y valorar para conseguir una imagen de alta calidad que refleje la filosofía y los valores de la empresa en todos sus aspectos. Instalaciones, métodos de trabajo, convenciones y eventos, ferias comerciales y corporativas y por supuesto, la imagen directa, de tú a tú, de sus directivos y trabajadores. Porque la imagen de tu empresa eres tú mismo y lo que expreses con tu fotografía corporativa dirá quién eres y qué ofreces.

Análisis de la imagen empresarial de FOCO AZUL https://www.focoazulfoto.es/