Alcalá de Henares y Paracuellos buscan rebajar sus valores catastrales

Con el respaldo unánime de todos los grupos políticos, el Ayuntamiento de Alcalá de Henares solicitará a la Dirección General del Catastro la actualización de los valores catastrales del municipio, que constituyen la base a partir de la cual se calcula el IBI. Este acuerdo supone que el impuesto que pagan los contribuyentes alcalaínos podría verse rebajado, siempre y cuando el Ayuntamiento mantenga los gravámenes que aplica en términos similares a los actuales. En cualquier caso, la rebaja llegaría, como pronto, en 2015, si el Ayuntamiento hace la correspondiente solicitud dentro del plazo que marca la normativa. La concejala de Hacienda, Marta Viñuelas, se ha comprometido a hacer los trámites de manera inmediata.

El espíritu que ha animado el acuerdo es que los valores catastrales de los inmuebles se correspondan en lo posible con el valor real del mercado inmobiliario. En el caso de Alcalá de Henares, estos valores se fijaron en 2008, cuando los precios eran muy superiores a los actuales. Desde este año, la ciudad complutense cumple los requisitos que exige la ley para solicitar la revisión: que hayan pasado 5 años desde la entrada en vigor de los valores actuales, que haya una diferencia clara entre los valores que se están aplicando y los reales del mercado y que la revisión se solicite dentro del plazo marcado por la normativa.

Actualización para los paracuellenses desde 2014

Quienes sí se van a beneficiar a partir del año que viene de una revisión a la baja de sus valores catastrales son los contribuyentes de Paracuellos del Jarama, municipio en el que la actualización es oficial desde hace unos días, cuando la revisión se publicó en el Boletín Oficial del Estado. El Ayuntamiento del municipio estima en un 20% la rebaja de estos valores, lo que repercutirá en la disminución de la presión fiscal de los contribuyentes. Según el Consistorio, los valores actuales, vigentes desde 2007, "se fijaron en nuestro municipio en una situación económica que poco tiene que ver con la actual realidad, lo que supone una sobrecarga para todos los vecinos".