2.500 investigadores agroalimentarios se han formado en el IMIDRA

La Comunidad ha dado formación desde 2005 en materia agroalimentaria a 2.500 investigadores y futuros profesionales a través del Instituto Madrileño para la Investigación y Desarrollo Rural, Agrario y Alimentario (IMIDRA). Este es el balance de la actividad formativa que desarrolla este Instituto en colaboración con las universidades y centros de Formación Profesional de nuestra región.

El consejero de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio, Borja Sarasola, ha visitado a los becarios y estudiantes que se encuentran realizando prácticas con el IMIDRA en la Finca Experimental El Encín, donde ha destacado que “el mercado de trabajo demanda trabajadores versátiles y bien formados, y la educación es la base para contar con un capital humano de excelencia”.

Este Instituto de investigación regional tiene varias ramas para mejorar la formación en materia agroalimentaria. Por un lado, facilita formación práctica a estudiantes de FP o universitarios en base a convenios de cooperación educativa con los diferentes centros educativos y universidades. 184 alumnos han recibido formación dentro del programa de Formación en Centros de Trabajo, de los que 28 corresponden al presente curso, dado que se mantienen 8 acuerdos con escuelas e institutos de Formación Profesional de la región desde 2005.

Por otro, lleva a cabo tareas de formación de personal científico y técnico de técnicos de campo y de laboratorio, así como de investigadores y científicos con el grado de doctor en los campos agroalimentario, agroambiental y forestal-medioambiental. Además, en la actualidad el IMIDRA tiene en vigor 4 convenios con universidades públicas madrileñas (Complutense, Autónoma, Alcalá de Henares y Rey Juan Carlos) y está en tramitación un quinto acuerdo con la Universidad Politécnica de Madrid para la realización de prácticas y trabajos de fin de carrera.

Actividad científica y experimental

Entre las líneas de investigación desarrolladas por el IMIDRA destaca la importante actividad científica y experimental realizada en agroalimentación, lo que le ha situado como un referente a nivel nacional. Las investigaciones de este instituto regional se han traducido en la recuperación de alimentos y variedades tradicionales, entre ellas 42 variedades de tomate madrileño y 17 de melón. El objetivo de estas investigaciones es preservar la biodiversidad y rescatar sabores, texturas y formas de utilización de los alimentos.

También destacan sus trabajos para la caracterización del valor nutricional y sensorial de los alimentos, entre ellos 180 variedades de mieles madrileñas, o la aplicación de técnicas y procesos innovadores para la elaboración de propuestas. La Comunidad apuesta por la investigación y el desarrollo como motor dinamizador de la economía. De hecho, se trata de la región española que más invierte en este concepto, un 2% del PIB, frente al 1,3% de la media nacional.